León, Gto. La ópera es un arte total en el que confluye la música, el canto, la poesía, las artes plásticas, el teatro y, en ocasiones, la danza. Esta combinación hace que cada espectáculo sea extraordinario pues llega a todos los sentidos, la imaginación y la sensibilidad del público.  Es un arte en el que todas las pasiones humanas están en juego.

Un poco de lo vivido el martes en la gala operística con la Compañía Nacional de Ópera:

• La noche del 14 de octubre ha sido para la cantante soprano María Katzarava y el bajo Eric Halfvarson. 
• María Katzarava interpretó por primera vez en su vida a Tatiana de la ópera Eugene Onegin de Tchaikovsky, y al parecer esto le ha traído suerte, ya que cautivó al público leonés que asistió a la Gala de ópera. Arrancó ¡bravos! gracias a que hizo un despliegue de fuerza e interpretación técnica y dramática en el escenario.

• Eric Halfvarson demostró su experiencia sobre el escenario y su entrega al público fue apasionada. Su potente voz atrajo inmediatamente la atención de los asistentes al Teatro.
• Aunque su interpretación fue bellísima y apasionada, Francisco Araiza no lució como se esperaba;  se le notó cuidando su voz, tal vez para la próxima presentación ante el exigente público de Bellas Artes el jueves 16, o tal vez por un leve resfriado que sufrió hace unos pocos días.
• El joven Alex Lawrence es eso; muy joven.  Sin duda, en un futuro se convertirá en un excelente intérprete de Onegin. 
• El bajo Eric Halfvarson se entregó totalmente al público, esfuerzo que por un momento lo dejó “sin aire”. El público ovacionó reconociendo lo que, más que una falta de técnica, fue esfuerzo y entrega. La interpretación de Halfvarson fue muy dramática y emotiva.  La cálida interpretación de Eric conmovió al público.

El Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes estuvieron excelsos, siendo reconocidos con aplausos y ovaciones por el director y por el público asistente. En agradecimiento, toda la compañía obsequió cinco piezas más que no estaban incluidas en el programa, cerrando con el fragmento Va Pensiero, del Nabucco de Verdi, que ha dejado un magnífico sabor de boca y “coreando” al público asistente.

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