León, Gto. Al realizar ejercicio sin previo calentamiento de los músculos o ante algún movimiento brusco estamos expuestos a sufrir un desgarre, por ello el deporte debe realizarse bajo supervisión profesional y, además, cuidar los movimientos que realizamos en el quehacer cotidiano para no sufrir esta afección

El doctor Juan Ignacio Vázquez Macías, jefe de Traumatología y Ortopedia del Hospital General de Zona No. 21, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en León, Guanajuato, dijo que “un desgarre muscular es una ruptura parcial o total de las fibras musculares, por lo que cualquier parte del cuerpo está expuesta a sufrir alguna lesión de este tipo”.

Mencionó que los desgarres se generan más en las extremidades debido a que los músculos tienen como función la movilización de alguna parte del cuerpo; tienen un origen y una inserción, es decir, nace en un hueso y llega a otro; normalmente nace en una parte más amplia del hueso y se une a otro con un tendón, lo que podríamos identificar como una “liga gruesa”.

Lo que queda entre el origen y la inserción es la parte muscular, en la que se lleva a cabo la contracción y las fibras musculares se contraen o se alargan para generar el movimiento de las partes del cuerpo.

Vázquez Macías señaló que los músculos están diseñados para realizar funciones específicas, por lo que al realizar un movimiento brusco o inesperado se genera un  estiramiento excesivo o repetitivo ocasionando una lesión del músculo o desgarre.

Las partes más expuestas a los desgarres son las piernas, por ejemplo, en los deportistas,  el muslo y la pantorrilla; además de los músculos a nivel del hombro, sin olvidar que también la espalda está expuesta.

Este tipo de lesiones musculares se dividen en leve, moderada y severa o primero, segundo y tercer grado; el de primer grado es un estiramiento excesivo de las fibras, sin llegar a la ruptura y no hay mayor problema.

El en el de segundo grado ya se presenta una ruptura de por lo menos el 5 por ciento de las fibras musculares en la parte afectada, son rupturas parciales y un desgarre mayor además de sangrado interno, ocasionando una incapacidad y, por ende, una marcha diferente y molestia. El desgarre en tercer grado es una lesión total con ruptura muscular y hay inflamación, es incapacitante y genera dolor.

El especialista del HGZ No. 21 dijo que ante cualquier tipo de desgarre hay que inmovilizar la parte afectada, aplicar hielo por lapsos de 20 minutos cada 4 o seis horas y en esos veinte minutos mover el hielo cada 5 minutos, recordando que no debe aplicarse directamente en la piel, sino apoyado en una bolsa o pedazo de tela.

Aclaró que el hielo es útil para para detener el sangrado que exista ante el desgarre para cerrar las arterias o venas que pudieran estar dañadas y por consecuencia el moretón que pudiera ocasionar será menor.

También es necesaria la compresión, es decir, poner una venda o muslera ajustada en la zona afectada, para evitar un mayor sangrado interno o inflamación.

Posteriormente, debe haber elevación de la extremidad para que, por gravedad, no llegue el flujo sanguíneo tan fuerte a la zona del desgarre y evitar el sangrado.

Dijo que estas son la medidas generales ante un desgarre, pero es importante que la afección sea valorada por profesionales de la medicina, para que sea un médico quien diagnostique y prescriba algún tratamiento si es necesario, y no poner en riesgo la salud del paciente.