jueves. 25.04.2024
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Frases sanadoras

"Su orientación es sanar, entendido como poner las cosas en su mejor lugar a fin de que se reanude la fluidez bienhechora del amor, filial, de pareja, entre amigos, o con quien sea"

Frases sanadoras

Como parte de la solución de un asunto planteado, en constelaciones familiares se emplean las “frases sanadoras”. Expresiones emanadas del núcleo candente de las situación en proceso de observación, de transformación o de solución, que suele decir uno de los protagonistas del asunto a otro con quien necesita estar en mejor trato, a otro a quien es preciso mostrarle una realidad que no ha podido mirar por cualquier razón, a otro de quien debe despedirse porque la fuerza del destino pudo más que los afanes de la voluntad, a otro con quien quiere o es forzoso reconciliarse.

Esas frases sanadoras no son fórmulas verbales contenidas en un manual para memorizarlas y luego repetirlas según lo permitan las operaciones de la memoria o un esquema predeterminado. De ser así, estaríamos ante vestigios de hechos pretéritos, ante manifestaciones anquilosadas, petrificadas, carentes del vigor de lo vivo. En consecuencia, contrariamente, son frases incandescentes, a veces quemantes de tan vivas, y muy vigentes, conectadas en todo momento con la situación que se consulta, tendientes a instaurar un nuevo orden, una forma diferente de relacionarse de las personas, por supuesto, desde la perspectiva de quien consulta el hecho.

Son frases únicas porque se refieren a un contexto específico, dentro del cual adquieren la plenitud de su sentido, y fuera del cual se vacían y quedan como palabras huecas. Su orientación es sanar, entendido como poner las cosas en su mejor lugar a fin de que se reanude la fluidez bienhechora del amor, filial, de pareja, entre amigos, o con quien sea. Digámoslo con mayor claridad: las frases sanadoras se utilizan para reanudar el flujo del amor entre dos personas, un flujo que se interrumpió y se ha convertido en un lastre, en un adversidad que incomoda, impide o desvía un camino.0

 Por ejemplo, en constelaciones familiares, un hijo puede decirle frases sanadoras a su padre, con las cuales exprese su dolor o la tristeza ante el abandono y la necesidad que tuvo de crecer en su compañía. También un esposo o una esposa puede dirigir frases sanadoras a su cónyuge para compartir un infortunio sucedido antes y que en aquel momento fue imposible compartir, o para decirle que le mira como su pareja y que desea no irse o que está a merced de algo más grande que lo imposibilita para quedarse. Entre abuelos y nietos las frase sanadoras tienden a otorgar al pequeño la libertad que le corresponde y a dejarlo a salvo del peso de los vivido por los grandes, quienes después de todo siempre tenían una razón para actuar como lo hicieron. Entre parejas separadas, las frases contribuyen a reconocer la intensidad del vínculo y a reconocer la trascendencia del encuentro. Y así podríamos incrementar la lista. Dejémosla así, sin embargo.

Esa lista nos permite observar una característica toral de las frases sanadoras: su efectividad está basada en la fuerza de las emociones primarias. Por esta vía se dirigen a otorgar importancia a las emociones experimentadas en el momento en que ocurrió el hecho, a las emociones primarias, no a las que se asociaron luego a la historia, junto con trozos de pensamientos justificatorios o explicativos. Las emociones primarias son aquellas que se sintieron con inmediatez, como la tristeza o el dolor. Y si bien muchas de las veces las personas olvidaron los detalles del hecho vivido, no es difícil que a través de esta técnica vuelvan a retomar los sentimientos de entonces, y con esa carga expresen la frase sanadora.

En el caso del receptor, el movimiento inverso también produce resultados, pues con la frase va al hecho compartido con la otra persona, puede mirar lo sucedido, su rol en la circunstancia, y unirse a la visión presente de quien le comunica la frase. De esta manera, mirando ambas personas el hecho previo, gana la oportunidad de asentarse en lo presente gracias a la radiación de la frase sanadora. ¿Y cómo se le encuentra? Para responder con facilidad, acudamos a las cualidades de la percepción, de la intuición, del sexto sentido, del tercer ojo. De lo que se trata es de entrar en contacto con la situación planteada y, dejándose sentir, permitir que brote en el pensamiento, como una imagen; en la mente, como una palabra o una frase estructurada; en el cuerpo, como una sensación clara, la frase que corresponde, sea cual sea su magnitud o lo incomprensible de su contenido. Por eso tiene impacto: porque no están mediadas por el pensamiento, sino por emanan de aquella fuente de la que brotan lo que produce afinidad entre las personas.